viernes, 27 de febrero de 2009

Las lágrimas azules del depósito

Una de las cosas en las que últimamente iba pensando era en la decoración que lleva el depósito de la Lobito, consistente en unas lágrimas de color azul perfiladas en negro.
Hasta hace escasos cuatro días me estaba convenciendo que debían ser pintadas pero algo en mi interior me decía que eso no debía ser posible en una cadena de producción así que seguí indagando por el mundo cibernético... La duda me la generó una web francesa en la que hablaba de una reconstrucción de una Lobito y el restaurador había fabricado una pegatinas. Y, de casualidad, como todo lo importante, descubrí en un foro que las Lobito llevaban, de origen, pegatinas en el depósito.
¡ Inaudito ! Ya había pasado por varias ferias y al preguntar sobre las pegatinas sólo me facilitaban un lobito en blanco, unas letras "Bultaco", un "Made in Spain" y poco más...
Simplemente no había ido a la fuente de la que debía "beber" el conocimiento hasta que en un soplo de lucidez me acordé de Francisco Herreros, gran experto "mundial" en pegatinas para clásicas españolas. Un correo electrónico dirigido a "MotoRetro", su web, para consultar el enigma y ¡oh, sorpresa! existían pegatinas azules para la moto y me confirmó que en fábrica se recibían los depósitos pintados en amarillo, a pelo.
Evidentemente tenía dos pequeños problemas: las pegatinas que tenía en casa no me servían, pertenecían a modelos muy anteriores de Lobito (me confirmó el Sr. Herreros que correspondían a MK3 y MK4) y lo más importante: debía comprar un juego nuevo.
Coincide que el Sr. Herreros reside en Barcelona, donde yo trabajo, y permitió que me acercara a su taller donde junto con un precioso coche Triumph TR3 en proceso terminal de restauración me recibió amablemente interrumpiendo su trabajo. La conversación, un placer. Y los conocimientos que tiene ese señor iban fluyendo, comentando su pasado profesional y hablando de sus experiencias...Simplemente, ¡¡una pasada!!. Desde aquí, mi agradecimiento. Mi Lobito lo será más gracias a él. No cometeré el error de pintar las partes azules ni tener que pagar unos difíciles perfilados.
Y por poco que me sea posible, el depósito junto a las flamantes pegatinas irán a un pintor que "descubrí" ya hace unas semanas y de quien pude hablar con el Sr. Herreros. Dio su beneplácito a mi elección y las referencias que me dio fueron impecables. O sea, ya sé quién me pintará el depósito.
Y antes de ello, éstas son las pegatinas que lleva la moto, impresas en vinilo, para público conocimiento, y dejar constancia de quien las edita y vende. Se lo merece.






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