Y empecé la árdua tarea de ir quitando pintura a esa cosa negra y mugrienta que representaba que era el chasis de algo parecido a una Lobito....
Cansado ya de rascar y rascar, ventana abierta y visto el resultado.... me rendí. Así que aprovechando un día de fiesta en el trabajo, puse unas cuantas cosas en el maletero del coche y las llevé a arenar. Al día siguiente, la sorpresa: ¡éso sí que era un chasis!
Rápidamente me puse a darle imprimación (epoxi, para más señas), también recomendada por la tienda del decapante y he aquí el resultado:
No hay comentarios:
Publicar un comentario