viernes, 27 de marzo de 2009


De vez en cuando, la búsqueda de recambios o de información para poder realizar una restauración le lleva a uno a tener largas y plácidas conversaciones con quienes tienen las piezas o el conocimiento y hacen engrandecer la afición.

Puede parecer raro el manifestar que “la gracia” –para mí- de restaurar está en la búsqueda de documentación, de piezas, en los cientos de kilómetros recorridos, en las horas invertidas, en tantos y tantos desengaños y, porqué no decirlo, desesperos.

Al final, después de meses y meses, la conclusión, el montaje final. Apenas unas horas y ya se puede admirar el resultado.

Ayer fue uno de esos momentos de deleite. Una larga conversación con unos amigos recientes, Mingo y Amelia, que siempre tienen palabras agradables y donde el “no” no existe. Me localizaron algo que necesitaba y me dieron algo aún mejor y es lo que quiero compartir:

Parece ser que D. Paco Bultó llevaba en su cartera una tarjeta con el logotipo de Bultaco. Hasta aquí nada de extrañar. Pero en esta tarjeta sólo figuraba una poesía. Su lema.

Mingo trabajó con él. Le considera (aún) su jefe y mantiene una estrecha relación con la familia. Por decir algo, Bultaco aún está viva, aún está su espíritu activo. Y es de agradecer.

Para no alargarme y hacerlo pesado, os diré que Mingo, como homenaje , editó unas tarjetas. Prácticamente idénticas a las que D. Paco llevaba (o lleva?) en su cartera y las regala a sus amigos, compartiendo el lema.
Afortunadamente ya tengo la mía y cómo no no, yo os la “doy” aunque sea virtualmente y para dejar constancia a la afición Bultaco.

¡Espero que os guste!

lunes, 23 de marzo de 2009

Pintado del chasis

Este "finde" le ha tocado el turno al chasis. ¡Por fin está pintado!

Lo primero, preparar la zona de trabajo. Así que con unos plásticos comprados en una ferretería me monto una especie de cabina de pintura para proteger el resto del garaje y manchar al mínimo y con unos perfiles de estantería monto unos soportes para colgar las piezas a pintar. Finalmente, la pintura. En este caso una de recomendada que, por cierto, no descuelga y seca casi en el acto. El color, el que toca (más o menos): 620 de Renault o, en mi caso:
ESMALTE NITRO ALUMINIO LLANTAS URKI-LAC 9240 de Bernardo Ecenarro (http://www.bernardoecenarro.com/)











Como siempre, unas imágenes muestran mejor lo acontecido:
















Obsérvese "la nube". Yo estaba dentro...










El resultado:












¿Alguien más se atreve? Mi nuevo amigo "Carlitos Vallromanes" que vino a verme mientras pintaba ya se está animando...