Ya pasaron las dos horas y, efectivamente, el duende de la electricidad apareció. Ningún problema, ningún orgullo herido. La moto está terminada y ya la tiene Mingo, que cuidará que vuelva a la vida. Y aprovechando el viaje también llevé la Cota para acabarla de ajustar. Ahora, cuestión de esperar unos días y ¡¡a por la ITV!!
¿queréis verla? Pues he aquí unas fotos. Que las disfrutéis.
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La he visto en persona y doy fe de la misma.
ResponderEliminarLas fotos no le hacen justicia, es una preciosidad.
Venga, a por la ITV.
Un saludo
Sergio