Una ilusión a punto de cumplirse

Corría el año 1974, cuando teniendo14 años, apareció en el mercado la Bultaco Lobito MK7. También había otras motos rojas....las Cota, pero las "pijas", las que llevaban niñas de paquete, eran de los que tenían una Lobito. Yo no podía ser menos aunque mi Lobito haya tardado prácticamente 30 años en llegar a casa y no exactamente como la quería: había que restaurarla. Así que, ni corto ni perezoso, y tras una búsqueda -un simple anuncio en "la Maneta" (http://www.lamaneta.org/) - localicé 2 ejemplares de aquella moto que cautivó mi incipiente adolescencia y que en su momento impidió que aquella niña tan mona me hiciera el mínimo caso (seguro que no era la falta de moto...). Tras unas llamadas telefónicas y con el remolque enganchado, recogí, con pocos días de diferencia, los dos ejemplares: una MK7 y una MK6. La primera, documentada a falta de ITV. La segunda, de donante. Por un azar del destino, las dos motos tenían propietarios que vivían a escasos 5 Km de mi casa, a pesar que una venía de Reus (Tarragona) y la otra de Teià (Barcelona). Para más sorpresa, ¡se conocían! . Y todo por Internet.

Y las casualidades no van solas: la donante tenía exactamente aquello que le faltaba a la receptora y tenía mal aquello que la otra tenía bien.
Corría el año 2004 y estaba orgulloso de mis adquisiciones mientras me peleaba por recuperar a la vida una Cota25 (http://www.cota25.es.vg/).
Y, al fin, pasados cuatro años largos desde ese momento, empezó hace unos meses la recuperación de la Lobito en la que estoy plenamente liado y que quiero compartir.
Pretendo en este blog -el primero de mi vida a pesar de mis 48 "tacos" largos- mostrar el proceso de restauración y aportar datos que en algunos casos me han sido "revelados" en diferentes foros y que estoy en la obligación moral de compartir así como detallar a qué industriales me he dirigido para obtener servicios o comprar recambios a quienes agradezco de antemano su labor, muy criticada por algunos debido a sus precios, por liarse la manta a la cabeza con esto de poner a disposición de unos cuantos una cantidad ingente de piezas viejas guardadas en trasteros o refabricadas para la ocasión.